Qué es QAnon, la teoría de la conspiración popularizada en Estados Unidos que propaga numerosos bulos

Las redes sociales y los foros de Internet proporcionan el lugar perfecto para que florezcan teorías de la conspiración como QAnon. Popular en Estados Unidos, cuenta con una base de seguidores que afirma que existe una “secta satánica” de líderes demócratas y otras celebridades que trafican con niños. La teoría comenzó a propagarse en 2017 a través de un usuario anónimo que dejaba mensajes en clave, pero sus conspiraciones se fundamentan en afirmaciones que no cuentan con ningún tipo de prueba o evidencia que las sostengan.

QAnon se relaciona frecuentemente con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su papel como supuesto ”salvador” frente a la “secta satánica” y sus referencias a esta teoría conspirativa. Asimismo, ha contado con el respaldo de otros representantes del Partido Republicano y son precisamente sus votantes los que más creen en las teorías de la conspiración que se difunden.

Además de promover bulos sobre las élites estadounidenses, los seguidores de esta teoría de la conspiración también han compartido numerosas desinformaciones relacionadas con figuras como la de John F. Kennedy Junior, hijo del presidente asesinado en 1963, y sobre la pandemia de Covid-19. En esta misma línea, grupos de QAnon también estuvieron detrás de la difusión de desinformación sobre las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, culminando con el asalto al Capitolio donde se vieron símbolos que hacían referencia al movimiento. Dada su repercusión, varias plataformas de redes sociales comenzaron a tomar medidas para limitar su influencia.

Qué es QAnon

El origen de esta teoría de la conspiración se remonta a octubre de 2017. Fue entonces cuando en el foro 4chan un usuario llamado “Patriota Q” comenzó a publicar mensajes, supuestamente “secretos”, que afectaban al Gobierno de Estados Unidos. La letra “Q” hace referencia a un alto nivel de seguridad del Departamento de Energía estadounidense y el término “Anon” es la abreviatura de “anonymous” (anónimo en castellano), pues se desconoce quién o quiénes están detrás de ese usuario. Con el paso del tiempo, las publicaciones sobre QAnon pasaron a otro foro, 8chan, que en 2019 cambió de nombre a 8kun, hasta llegar a redes sociales como Facebook y Twitter y canales de Telegram.

Los mensajes de “Q” se conocen como “drops” (gotas) y estas contienen “breadcrumbs” (migas), una serie de pistas que los usuarios deben “hornear” para conseguir unas “pruebas”, según The Guardian. Estas supuestas evidencias servirían para demostrar la existencia de un “Estado profundo” liderado por los demócratas y otras celebridades de una “secta satánica” que trafican con niños, los violan y los asesinan para beber su sangre y vivir durante más tiempo. Joe Biden, Hillary Clinton, Barack Obama, Bill Gates, Tom Hanks, George Soros, Oprah Winfrey, y el Papa Francisco son solo algunos de los considerados como “villanos” por los que defienden la teoría conspiranoica.

Esta afirmación es una de las teorías principales que sostienen los seguidores de QAnon y  guarda semejanza con el bulo del denominado Pizzagate. En esta ocasión, se afirmaba que altos cargos del Partido Demócrata habrían llevado a niños a una pizzería a cometer los mismos crímenes de violación y asesinato. Aquellos que defendían este bulo, compartían la supuesta información en redes sociales con el hashtag #SaveTheChildren (que no tiene relación con la ONG), al igual que ocurre con los que apoyan las teorías de QAnon. 

Sin embargo, no se encontraron evidencias de que esto fuese cierto, como explicaron distintos verificadores en Estados Unidos. En el caso de QAnon tampoco se han encontrado pruebas para demostrar que la teoría sea verdadera e instituciones como el FBI la han catalogado como una “amenaza terrorista doméstica”, de acuerdo con un boletín de inteligencia al que tuvo acceso Yahoo News.

Quién apoya la teoría de la conspiración y qué relación tiene con Donald Trump

El apoyo principal hacia QAnon viene de la extrema derecha estadounidense y una de las figuras que más se relaciona con la teoría es la del expresidente Donald Trump. Esto se debe a que los seguidores de QAnon aseguran que Trump es el “paladín” que salvará al mundo de la “secta satánica”. Sobre la teoría, el expresidente declaró “no saber nada sobre ella, salvo que sus seguidores [le] tienen cariño, y eso [le] gusta” en una rueda de prensa en agosto de 2020. En esta misma conferencia, cuando una periodista le explicó las bases fundamentales de QAnon y su papel como líder frente a una “secta satánica”, Trump afirmó: “Si puedo ayudar a salvar el mundo de problemas, estoy dispuesto a dar la cara y hacerlo”.

Anteriormente, el expresidente ya había hecho referencias a la teoría conspirativa. La más sonada ocurrió en octubre de 2017, cuando señaló “¿Saben lo que significa esto? La calma antes de la tormenta”, haciendo referencia a su nombramiento, mientras posaba junto a un grupo de militares. “La calma antes de la tormenta” junto con el “Gran Despertar” son dos lemas que utilizan los defensores de QAnon para referirse al momento en el que se se juzgará a los miembros de la secta y saldrá a la luz el “Estado profundo”.

Además de Trump, otros miembros del Partido Republicano que continúan en el Capitolio se han mostrado a favor de la teoría. Es el caso de las congresistas Lauren Boebert (representante de un distrito en Colorado) y Marjorie Taylor Greene (que defiende un escaño por Georgia) y de otros políticos republicanos a nivel estatal y local, como informó The New York Times. En cuanto a la congresista de Georgia, esta lamentó haber compartido afirmaciones populares entre los seguidores de QAnon, pero “ha continuado promocionando muchas otras teorías que apoya QAnon”, según el diario neoyorquino.

Fuera de la política, la teoría de la conspiración también cuenta con un porcentaje significativo de seguidores que ha crecido desde que Trump dejó de ser presidente, puntualizó The Guardian. Una encuesta realizada por el Public Religion Research Institute reveló que QAnon cuenta con más apoyos entre votantes republicanos que entre demócratas e independientes. En el cómputo global, el 15% de los encuestados afirmaba creer que “el Gobierno y los medios de comunicación estadounidenses están controlados por una secta satánica de pedófilos que trafica con niños” y que “un grupo de patriotas estadounidenses tendrá que recurrir a la violencia para salvar al país”. Además, un 20% defendía que “pronto habrá una tormenta que se lleve a las élites que hay ahora en el poder y restaurará a los líderes honorables”.

De la muerte de JFK Junior y la pandemia hasta el asalto al Capitolio: las desinformaciones que promueve QAnon

Desde que “Q” comenzó a dejar sus pistas en foros de Internet, han sido muchas las teorías que han defendido los seguidores de QAnon sin ningún tipo de prueba. Por ejemplo, en noviembre de 2021 cientos de ellos se congregaron en Dallas, Texas, para presenciar algo inaudito: después de años “en la sombra”, John F. Kennedy Junior iba a reaparecer para anunciar su candidatura como vicepresidente de Estados Unidos en el próximo Gobierno de Trump. Sin embargo, esto no ocurrió ni hay pruebas de que JFK Junior esté vivo, dado que murió en un accidente aéreo en 1999.

Otros bulos que han promovido aquellos que apoyan QAnon han estado relacionados con la pandemia, como señaló The Conversation. Entre ellos destacan la creencia racista de que los asiáticos eran más susceptibles a contagiarse de la COVID-19 y que los blancos eran inmunes, o que el SARS-CoV-2 era un arma biológica china que desde el país habrían promovido junto a los demócratas para hundir la economía estadounidense e impedir la reelección de Trump. La narrativa cambió después a un tono de celebración, afirmando que el cierre de las fronteras estadounidenses por la pandemia iba a ayudar a que la administración de Trump terminase con el “Estado profundo” de manera secreta. No obstante, no hay ninguna evidencia que demuestre que estas afirmaciones sean ciertas y muchos otros bulos sobre el coronavirus y las vacunas que ha promovido QAnon han sido desmentidos por médicos y científicos.

Por otro lado, la teoría de la conspiración también ha estado detrás de desinformaciones electorales, entre las que destacan las elecciones presidenciales de 2020 que culminaron con el asalto al Capitolio. Tras darse por ganador a Biden, los seguidores de QAnon comenzaron a compartir teorías sobre el supuesto fraude electoral, afirmando que Trump era el legítimo vencedor y que se habían hecho trampas con las máquinas Dominion para contar los votos. Para ello, los defensores de la conspiración se apoyaron en vídeos sacados de contexto afirmando que papeletas aparecían debajo de las mesas o que había furgonetas cargadas con más votos para favorecer a los demócratas. Estos bulos fueron desmentidos en su día por verificadores como PolitiFact que, como Newtral.es, pertenece a la International Fact-Checking Network.

Pero la desinformación difundida por los defensores de QAnon siguió escalando hasta entrar en el Capitolio el 6 de enero de 2021. Fue entonces cuando una masa de seguidores de Trump asaltó el Congreso afirmando que los demócratas habían robado las elecciones. Entre ellos se distinguieron numerosas referencias a la teoría conspiranoica, como camisetas, carteles y banderas con el símbolo de “Q”, lemas sobre “Confiar en el Plan” asociados a la conspiración, o a un hombre disfrazado del “chamán QAnon”, símbolo del movimiento, que ha sido sentenciado a 41 meses de prisión, como informó la BBC.

Cuando la conspiración traspasa las redes sociales y altera la vida diaria de las personas

Dada la relevancia de QAnon, distintas plataformas pusieron en marcha una serie de medidas para hacer frente a la desinformación que promovían sus seguidores. Por ejemplo, en agosto de 2020, Meta anunció que había empezado a eliminar grupos y páginas de Facebook, además de cuentas de Instagram, que compartían contenidos relacionados con la teoría de la conspiración de manera habitual. Twitter y TikTok también comunicaron la eliminación de contenidos que hacían referencia a dicha teoría y plataformas como YouTube, Discord o Pinterest también “han tomado medidas para limitar la influencia de QAnon”, informó The New York Times.

Y es que el peligro de conspiraciones como esta es que acaben en actos violentos o dominando la vida de alguien. Es el caso de Ashley Vanderbilt, una mujer de Carolina del Sur que, durante la pandemia, comenzó a consumir contenido sobre QAnon en redes sociales. Llegó hasta el punto de creer que Trump era el verdadero ganador de las elecciones en 2020 y, tras la investidura de Biden, “entró en pánico” creyendo que Estados Unidos “se volvería un país comunista” en el que las élites “le robarían a su hija”, relató CNN. 

Vanderbilt terminó rechazando la teoría viendo que sus predicciones no se cumplían, pero afirmó que “habría salido antes de la nube de QAnon si Trump lo hubiese condenado, en vez de retuitear mensajes sobre la teoría y decir cosas positivas sobre sus seguidores”.