Sin acuerdo entre Serbia y Kosovo mientras la OTAN anuncia que intervendrá si se “pone en peligro la estabilidad”

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, invitó a Serbia y Kosovo a una desescalada de la tensión y a una vuelta a la estabilidad. El mandatario de la alianza atlántica advirtió de que “en caso de que se ponga en peligro la estabilidad, la KFOR está preparada para intervenir”. La KFOR (Kosovo Force) es la misión de paz que la OTAN mantiene en la provincia balcánica desde el año 1999.

A principios del mes de agosto las tensiones entre ambos países habían ido en aumento tras la decisión de Kosovo de prohibir documentos de identidad y matrículas serbias en su territorio. La presión internacional de (los) Estados Unidos y la Unión Europea hizo retroceder al primer ministro kosovar, que aplazó el paquete de medidas para el 1 de septiembre. 

Stoltenberg mantuvo reuniones a mediados de esta semana con el presidente serbio, Aleksandar Vučić, y el primer ministro kosovar, Albin Kurti, enmarcadas en la ronda de conversaciones que tuvieron lugar en Bruselas a lo largo de la jornada de ayer. Unas conversaciones de las que por el momento no se han obtenido los resultados esperados. Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea y anfitrión de las negociaciones, declaró este jueves al término de las reuniones que este no era el final de la historia y que “ambos líderes coincidieron en que el proceso debe continuar y las discusiones se reanudarán en los próximos días”. “Todavía hay tiempo hasta el 1 de septiembre y no me doy por vencido” remarcaba Borrell. 

Desde que Kosovo se declaró independiente de Serbia, las relaciones entre la ex provincia y el país balcánico nunca se han llegado a normalizar. Las complicadas situaciones vividas en la frontera a principios del mes de agosto son solo un capítulo más de unas relaciones que, según el presidente serbio, son “más complejas” que nunca.

¿Cuál es el origen del conflicto entre Serbia y Kosovo? 

En 1974, la Yugoslavia de Tito reconoció a Kosovo como provincia independiente de Serbia. Este reconocimiento le confería un estatus menor que el del resto de repúblicas como Croacia, Bosnia, Eslovenia, Montenegro, Macedonia o la propia Serbia. En los años 90, Yugoslavia comienza a desintegrarse tras las sucesivas declaraciones de independencia de las repúblicas que la conformaban. Frente a estas declaraciones, Serbia se erigió como defensora de Yugoslavia y empezaron a desencadenarse varios conflictos que enfrentaron a serbios con el resto de territorios. 

Las Guerras Yugoslavas se convirtieron en un conflicto étnico-religioso y nacionalista. En el año 1998 Serbia había perdido las tres guerras en las que había luchado. A esas alturas no podía permitirse más rupturas territoriales y Kosovo era ya un polvorín contestatario de disidencia y oposición a Belgrado. 

Kosovo nunca había sido un territorio independiente en la historia Moderna y Contemporánea. Los serbios lo consideran la cuna histórica de su pueblo. Eso a pesar de que la mayoría de su población sea de origen albanés. El último censo realizado en Yugoslavia en 1991.certifica que un 82,2% de los más de un millón de yugoslavos de Kosovo eran albaneses y solo un poco más del 10% eran serbios.

La represión serbia y la disidencia kosovar escalan hasta que en 1999 estalla la Guerra de Kosovo. Un conflicto en el que acabó interviniendo la OTAN y donde las fuerzas serbias salieron nuevamente derrotadas. La guerra provocó la salida masiva de cientos de miles de refugiados: albaneses al inicio del conflicto y serbios tras la victoria de la alianza. La KFOR ha estado presente desde entonces en el territorio kosovar y el estatus de la región sigue en entredicho. En 2008, a falta de una solución consensuada de la comunidad internacional, el parlamento de Kosovo declaró unilateralmente su independencia. Este hecho provocó el rechazo de países como Serbia, Rusia o España entre otros. Dos años más tarde, la Corte Internacional de Justicia de La Haya, declaró que la declaración no transgredía el derecho internacional.

¿Cuáles son las demandas de Serbia? ¿Y las de Kosovo? 

Tras la DUI de Kosovo, la Unión Europea quiso dar un paso adelante a la hora de asumir un papel de mayor relevancia en el conflicto e invitó a los protagonistas de la disputa territorial a unas conversaciones. Estas conversaciones fueron denominadas el diálogo Belgrado-Pristina. El objetivo era llegar a un acuerdo viable para la coexistencia y convivencia de ambos territorios. Pero las negociaciones son muy complicadas cuando las partes tienen líneas rojas antagónicas. Kosovo no renunciará a su independencia y Serbia seguirá considerando a Kosovo un territorio serbio. Las conversaciones se desarrollaron en varias fases a lo largo de la década de 2010. Los resultados supusieron tímidos avances. 

Una de las posibles salidas del atolladero pasa por el intercambio de territorios. Serbia anexionaría aquellos que fueran de mayoría serbia y viceversa. En 2018, cuando esa solución parecía plausible, Kosovo aprobó un paquete de medidas agresivas con Serbia: la formación de un ejército propio y una subida de aranceles a los productos serbios del 100%. Lo hacían, dijeron, en respuesta a la campaña de desprestigio internacional de Serbia, que pasaba y pasa por boicotear los intentos de reconocimiento y adhesión a organismos internacionales por parte de sus vecinos del sur. 

La medida fue levantada por el actual ejecutivo kosovar en 2020, como un gesto para el diálogo. Tras su nombramiento como alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell realizó una apuesta firme por la solución del conflicto. Su primera visita oficial tras asumir el cargo fue a Pristina, capital de Kosovo. Es por ello que tras las últimas tensiones, el jefe de la diplomacia europea ha convocado a conversar a los dirigentes de estos países que conviven en el eterno conflicto.

 ¿Cuál es la posición de España?

España es uno de los 5 países de la Unión Europea que no reconoce como estado el territorio de Kosovo, junto a Grecia, Rumanía, Eslovaquia, y Chipre. Nuestro país es el único de la UE que no reconoce el pasaporte kosovar. La posición de España se mantiene intacta desde la declaración unilateral de independencia del año 2008 y a pesar del fallo de la Corte de Justicia Internacional de La Haya: sin un acuerdo en los diálogos Belgrado-Pristina no habrá ningún reconocimiento al país. Así lo reiteró Pedro Sánchez en su última visita a Belgrado.

¿Es la primera vez que ocurre una situación de tensión como esta en Kosovo?

No. En septiembre del año pasado hubo protestas por el mismo motivo, de nuevo con cortes de carreteras. Por aquel entonces, el ministro del Interior de Kosovo, Xhelal Sveçla, aseguró que “los serbios de Kosovo tienen total libertad de movimiento y están seguros y protegidos por la Constitución y las leyes” y que “las declaraciones políticas en las placas temporales de los automóviles tienen como objetivo sembrar el pánico y el miedo”. Entonces, Kosovo alegó que esta medida era la misma que ya estaba aplicando Serbia a los kosovares desde que este Estado declaró su independencia en 2008. 

En respuesta, aquellos días se vieron sobrevolando aviones de combate serbios cerca de la frontera de Kosovo y algunos medios de comunicación de Serbia aseguraron que también se habían enviado tanques y otros efectivos militares. «Serbia claramente quiere militarizar y escalar la situación. Está acercando a la frontera helicópteros y aviones de fabricación rusa… Serbia está provocando un grave conflicto internacional», condenó en rueda de prensa el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti.

¿Por qué el conflicto vuelve a tensionarse ahora? 

El pasado 29 de junio, el Gobierno de Kosovo tomó una decisión que establecía que todos los vehículos con matrículas emitidas en Serbia desde el 10 de junio de 1999 hasta el 21 de abril de 2022 tenían hasta el día 30 de septiembre para incluir en su matrícula la placa con las letras RKS (que se refieren a República de Kosovo). Según el documento, emitido por el Ejecutivo kosovar en su 85.ª reunión, este registro comenzaría el 1 de agosto y se daría de plazo para llevarlo a cabo hasta el mencionado 30 de septiembre. 

Pero además, la decisión gubernamental añadía que a partir del 1 de agosto, “a toda persona que se presentara para cruzar la frontera estatal con un documento de identificación personal emitido por las autoridades de Serbia, se le proporcionará en los pasos fronterizos una hoja de declaración que reemplazaría temporalmente el uso de dicho documento”. También que a partir de esa fecha “los vehículos con placas de matrícula serbias que se presenten para cruzar la frontera estatal […] debían añadir los símbolos y la designación estatal” a la misma. En otras palabras, quedaría prohibido el uso de documentos de identidad y matrículas serbias en Kosovo a partir del 1 de agosto.

El presidente de Serbia, Aleksandar Vučić, condenaba la actuación de Kosovo: “Si se atreven a perseguir y matar a los serbios, Serbia ganará”, expresó en redes sociales. También que nunca se había atravesado “una situación más compleja que la actual”.

¿Hay posibilidades reales de un conflicto entre Serbia y Kosovo?

El máximo mandatario de la OTAN dejó claro el pasado miércoles que si la tensión innba en aumento y ello desencadenaba algún enfrentamiento la Alianza estaría lista para intervenir y apaciguar el conflicto. El secretario general reiteró su compromiso con el mandato de la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. “La neutralidad de la KFOR es fundamental para el éxito de su misión”, afirmó Stoltenberg, “y la KFOR está lista para intervenir si se pone en peligro la estabilidad”.